En el interior
El gran edificio de la Nueva Guardia ha sufrido diversas remodelaciones en su interior, albergando durante diferentes épocas una llama eterna o los restos de un soldado desconocido.
A fecha de hoy, está habitado tan sólo por una conmovedora escultura de una mujer que sostiene en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo (Madre con hijo muerto de Käthe Kollwitz).
La escultura, que se encuentra situada bajo una gran abertura en el techo, expuesta a las inclemencias meteorológicas, soportando el frío y la lluvia, representa el sufrimiento del pueblo.